La inflación en Argentina ha sido uno de los principales desafíos económicos de los últimos años. Sin embargo, el Gobierno muestra optimismo ante las proyecciones para el último trimestre de 2023. Según fuentes oficiales, el objetivo es cerrar septiembre, octubre y noviembre con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) por debajo del 4% mensual, extendiendo así la tendencia a la baja iniciada en meses anteriores.
Diversas consultoras privadas coinciden en que la inflación de septiembre se ubicará entre el 3,5% y el 3,8%. Este comportamiento se explica en gran medida por medidas como la reducción del impuesto PAIS a comienzos de mes, que incidió positivamente en la contención de precios. Asimismo, la baja de los dólares financieros también contribuyó a generar un clima de mayor estabilidad.
No obstante, el mes de diciembre presenta un escenario más complejo debido a factores estacionales como las vacaciones de verano y el pago del medio aguinaldo, que históricamente ejercen una presión alcista sobre los precios. En este sentido, el equipo económico deberá redoblar esfuerzos para evitar que estos factores desvíen la trayectoria descendente de la inflación.
Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo, proyecta para los alimentos un aumento del 3% en septiembre, lo que refleja la heterogeneidad de los sectores y la importancia de monitorear de cerca la evolución de los precios de los productos básicos.

