La Cámara Argentina y Servicios (CAC) reveló un panorama preocupante en el consumo de los argentinos, destacando un marcado descenso del 5,6% interanual (i.a.) en julio. En los primeros siete meses del 2024, el índice de consumo ya acumula una caída del 6,2% i.a., evidenciando un notorio deterioro desde el inicio del año.
Dentro de este sombrío marco, la serie desestacionalizada ofrece un rayo de esperanza al mostrar un crecimiento del 1,8% con respecto a junio. Dicho crecimiento, según la CAC, se debe a la desaceleración de la inflación mensual, que en julio tuvo su tasa más baja de 2024, registrando una variación mensual del 4% y una interanual del 263,4%. A pesar de este alentador dato, la inflación acumulada se mantiene elevada en un 87%.
La CAC estimó que, en julio, el ingreso nominal promedio por hogar fue de $1.307.000, una cifra que, en términos reales, representa una caída del 17% en el poder de compra. No obstante, la baja en la inflación mensual y el mantenimiento de una tasa de devaluación del 2% parecen propiciar una tímida recuperación del consumo, aún cuando la organización advierte que las futuras dinámicas de tarifas y subsidios a servicios públicos serán determinantes.
El análisis de los distintos rubros muestra que indumentaria y calzado lideraron las caídas con un descenso del 19,1% i.a., contribuyendo negativamente con 1,2 puntos porcentuales (p.p.) al índice de consumo. El transporte y los vehículos, asimismo, decrecieron un 8,9% i.a., restando 1,1 p.p. al consumo. El rubro de recreación y cultura no escapó a esta tendencia, mostrando un decrecimiento del 19,7% i.a. y contribuyendo negativamente con 2 p.p. a la variación del índice.

En contraste, se destaca una excepción: el sector de vivienda, alquileres y servicios públicos reportó un crecimiento del 2,9% i.a. impulsado por la demanda de energía eléctrica, lo que sugiere un comportamiento atípico en un contexto de baja generalizada.
