El diputado provincial por el PJ Darío Martínez expresó su rechazo a la adhesión de la provincia al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que impulsó el gobierno de Javier Milei y que Rolando Figueroa apoyó en Neuquén
“El RIGI es perjudicial para todos los argentinos, la economía nacional en su conjunto y en particular, para Neuquén y los neuquinos”, dijo el legislador.
El diputado justicialista explicó que no se trata de una crítica a los régimen de inversión, sino a los alcances particulares que este RIGI específico tendrá sobre la economía nacional y la neuquina.
Martínez dijo que el régimen otorga ultra beneficios a las empresas y consolida una economía basada en la primarización, en la exportación de materias primas con ninguna o escasa incorporación de valor agregado nacional, y simultáneamente atenta contra la Industria nacional y su desarrollo. “Un modelo de país en el cual la inmensa mayoría de los Argentinos no cabe, no encontrará trabajo, ni estará incluido”, agregó.

En sentido, señaló que el RIGI es perjudicial para Neuquén y especialmente para las pymes locales proveedoras de bienes y servicios a la industria de hidrocarburos, porque contiene normas que desprecian y anulan la obligación de priorizar la contratación de trabajadores y empresas neuquinas en los proyectos beneficiados.
“Con esta adhesión se deroga de hecho nuestras leyes de protección a empresas y trabajadores neuquinos o de Compre Neuquino, lo que debilita las posibilidades de trabajo de los neuquinos y las oportunidades de desarrollo de las compañías provinciales”, manifestó.
Además, Martínez expusó que el RIGI puede ser perjudicial para el precio del gas en boca de pozo, lo que afectará el cálculo de las regalías de Neuquén.
“El Presupuesto Provincial 2025 prevé que el 55% de los recursos del tesoro provendrán directamente de la explotación hidrocarburífera, vía regalías e Ingresos Brutos que paguen las productoras, con frases indirectas y parábolas nos están anunciando que pretenden un bajísimo valor para el gas de Vaca Muerta, pretendiendo utilizarlo como variable de ajuste de sus cálculo y sus ganancias”, explicó.
“Dejan trascender que el valor del gas en boca de pozo debe ser menor de U$ 1,75 el millón de BTU. La mitad del precio que hoy tiene en el mercado interno, establecido en el Plan Gas.ar por el cual se pagan las regalías. Operaciones de este tipo a este precio impactarán de lleno en la recaudación del Tesoro Provincial y en la posibilidad de materializar un plan de desarrollo y creciente bienestar para los neuquinos”, sostuvo.
Asimismo, Martínez dijo que el RIGI también es perjudicial porque permite y garantiza por 30 años que los beneficiarios dispongan libremente de las divisas que obtengan por sus exportaciones, sin necesidad alguna de ingresarlas al país.
“Es decir que las empresas literalmente se quedarán con todas esas divisas en el exterior sin escala alguna en el Banco Central ni efecto en las Reservas del País. El propio RIGI garantiza que no exista ninguna lluvia en Argentina de dólares provenientes de nuevas y fabulosas exportaciones como se anuncia”, agregó.
En ese sentido, el diputado justicialista detalló que en el caso del GNL, la transformación del gas para exportarlo a más de tres veces su valor en el mercado interno, sería un gran negocio para el país, “siempre y cuando parte importante de los dólares generados por esas importaciones ingresen a nuestro Banco Central, los servicios sean brindados por empresas argentinas y los bienes, maquinarias, y herramientas necesarias para su funcionamiento sean crecientemente fabricados con tecnología desarrollada en Argentina, creando puestos de trabajo de calidad”, añadió.
“Pero el RIGI garantiza que todo esto no ocurra, ya que remueve y garantiza todo obstáculo para la importación de bienes y servicios destinados a estos proyectos, y para disponer de las divisas en el exterior, con una cláusula casi irrisoria de utilizar solo 20% de proveedores nacionales, muy inferior a la participación actual de proveedores y fabricantes locales de bienes y servicios a la industria hidrocarburífera”, concluyó Martínez.
