A través de una nota dirigida a los medios de comunicación, el Movimiento de Trabajadores Excluidos de San Martín de los Andes, explicó que “queremos repudiar fervientemente los hechos de violencia, confrontación y desestabilización del orden democrático que se han suscitado en el marco del debate por el estacionamiento medido”.
“Fueron hechos de público conocimiento tanto en el salón municipal, en el concejo deliberante como también en las redes sociales donde, con una constancia sostenida, se ha insultado, estigmatizado y desacreditado a las autoridades municipales y legislativas y vecinos en general, con un calibre de gravedad institucional muy alta”.
Entendemos que esto responde a un clima de época que revive y le da lugar a voces que creíamos dormidas y que hablan de xenofobia, racismo y clasismo traccionados por amenazas y difamaciones. Los propios estudiantes a los que dicen defender, también fueron víctimas de estos agravios.
“Nosotros somos una organización que practica la protesta como método para llegar a resultados, para tratar de impulsar ciertas políticas públicas y que fundamentalmente lucha por derechos básicos como el acceso a la tierra, el techo, pan y el trabajo bajo un lema de paz, con propuestas y sin violencia. Creemos que ciertos sectores han llevado esta discusión a niveles de confrontación que son inauditos para una sociedad en democracia y que atentan contra la paz social y las formas democráticas”, expresaron.
Además, agregaron que “no estamos para defender el estacionamiento medido, pero lo que no podemos dejar pasar es que se naturalice una práctica donde el más violento es el que gana, o llevar las discusiones al punto de amenazas, amedrentamientos, y grados de enfrentamiento que quedan como precedentes”.
Todos los mecanismos legales que tiene nuestra carta orgánica deben ser respetados y conforman derechos. Y desde esa misma perspectiva entendemos que esta disposición cumplió con todo el camino legal necesario y fue votada por unanimidad.
Ahora bien: estos nuevos debates que surgen son propios de una ciudad que dejó de ser un pueblo y esto puede ser difícil de aceptar para algunos. El patrimonio común hay que preservarlo, cuidarlo, auditar y controlar continuamente para que seamos una mejor sociedad. Y dada esta realidad, el ordenamiento del espacio público es clave y debe ser planificado estratégicamente.
La vía es el consenso y la argumentación técnica y social de las ordenanzas y las leyes. Hay muchos aspectos del estacionamiento medido para trabajar y modificar como ser: el beneficio para el residente; el monitoreo previo referido a la cantidad de autos que usan el espacio público, su promedio de horas y la cantidad de estudiantes que usan el transporte y a qué costo para luego determinar una tarifa lógica, racional, consensuada para el turismo y el transporte de carga y para los residentes. Es decir, todo lo referido a un Plan de Buen Gobierno donde en primer lugar los números y la información sea transparente y de cara a los ciudadanos. Y en segundo lugar ponga límites claros a las empresas, que se la audite y ver el modo de potenciar el recurso de un modo planificado.
“El boleto estudiantil es un derecho que nosotros impulsamos porque tiene que ver no solo con la educación sino con el acceso a la recreación, la cultura, y el deporte. Esto también va a garantizar que todos los pibes usen el transporte para hacer actividades recreativas, de deporte, ir al lago, a la plaza, a la biblioteca, o simplemente volver a su casa y no tenes que gastar un dinero que no tienen en alimentos, porque tiene que hacer tiempo porque no puede volver a su casa entre turnos de la escuela y otras actividades”, continúa el comunicado.
Es imperioso involucrarnos más en todas las decisiones del pueblo, en los tiempos institucionales establecidos y de manera pacífica. No estamos en contra de la propuesta ni de la participación, sino de la forma. No preocupa mucho el liderazgo de estas iniciativas por parte de ex concejales, empresarios, representantes de las cámaras inmobiliarias y de comercio, entre otras, porque realmente muchos de ellos no representan la voz del pueblo, porque esta no es una sola. Es importante entonces poder escuchar otras voces para que entre todos hagamos una sociedad más justa, inclusiva y que ponga como eje cómo defendemos a nuestros niños y a nuestros adolescentes y donde sea claro que proyecto de pueblo queremos.
Cuando una sociedad es desigual, a esos intereses hay que normarlos, para que, finalmente, el acceso a la ciudad sea un derecho y no un privilegio de algunos pocos.